QUEEN+ADAM LAMBERT ARENA O2 LONDON ---SABADO 17 ---DOMINGO 18 DE ENERO 2015

Nadie más puede ponerse en el lugar de Freddie Mercury si no es Adam Lambert.

En Julio de este año se cumplirán 30 años desde que los grandiosos conciertos del Live Aid fueron simultáneamente emitidos desde el Wembley Stadium y el JFK Stadium en Filadelfia. Ese día, Freddie Mercury, completamente vestido de blanco, ayudó a Queen a realizar una actuación tan espectacular, que su aparición de 20 minutos, ha sido desde entonces reconocida como la mejor actuación en directo de todos los tiempos. Por aquel entonces, Adam Lambert contaba con tan sólo tres años de edad. Pero su juventud y su energía entusiasta le han dado a Queen ese resplandor que habían echado en falta desesperadamente desde la muerte de Freddie. Sin tratar de suplantar a Mercury – en todo caso se parece más a George Michael – Lambert ha traído consigo un deslumbrante espectáculo y le ha dado un nuevo estilo a la banda. Él es también, lo que el anterior cantante de Queen, el blusero y ex de Bad Company, Paul Rodgers, no es.

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Han pasado 24 años desde la muerte de Freddie Mercury y actualmente han estado más años sin su presencia que con él. Pero Freddie Mercury siempre será parte de Queen y aunque en el O2 Arena de Londres no cabía ni un alfiler, el tan dolorosamente añorado cantante estuvo presente constantemente.

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Sobre el escenario, Lambert fue el primero en rendirle tributo, pronunciando afectuosamente: “Le quiero tanto como ustedes”.

A pesar de que puede ser menos conocido aquí (en Europa), en América, Lambert es una cara familiar, habiendo sido finalista de American Idol en 2009. Pero cuando entró en la sala de audiciones y cantó Bohemian Rhapsody para Simon Cowell y Paula Abdul, ya era un artista entrenado y experimentado que se había curtido en el teatro musical.

El sábado, con 31 fechas de una gira mundial con Queen en su haber, Lambert se sentía como en casa. Al igual que los dos miembros originales restantes, los ahora canosos y sesenteros Brian May (guitarra) y Roger Taylor (batería) - parecía que se estaban divirtiendo lo que no lo habían hecho en años. Ambos miembros se encuentran todavía en la cima de sus carreras, y en mitad de su set list de 23 canciones, sucumbieron a lo que ningún músico veterano puede evitar: prolongados solos. May, el bajista Neil Fairclough y Taylor tuvieron su momento- Taylor acompañado por su hijo Rufus, quien colabora habitualmente con la banda. Desafortunadamente la extensión e indulgencia de estos solos fueron una de las partes más pesadas del concierto – y donde más de uno aprovechó para ir al lavabo.

El escenario estaba perfectamente engalanado para la ocasión, flanqueado por pantallas gigantes y una pequeña plataforma en el interior de una enorme Q. En un momento conmovedor, May se sentó sólo bajo un haz de luz al final de una larga pasarela y rindió su propio tributo a Mercury. Love Of My Life, la canción que solían interpretar conjuntamente, se convirtió en su actuación en solitario – hasta que repentinamente aparecieron imágenes de Freddie cantando en la gigantesca pantalla. Por un momento, pareció que él estuviera allí. Fue el dueto virtual de Lambert con Mercury en Bohemian Rhapsody lo que verdaderamente mostró lo bien que se compenetran las voces de ambos. El talentoso chico de 32 años, es increíblemente asombroso, con un rango, claridad y tono vocal que hacen de él uno de los mejores cantantes del mundo.

Su cautivadora actuación presenció cuatro cambios de vestuario – comenzando el show vestido en cuero negro y tachonado y finalizándolo con un traje estampado de leopardo y corona de brillantes. May también tuvo su momento de diversión durante el transcurso del concierto emergiendo en un poncho de lamé dorado. Para una brillantemente descarada versión de Killer Queen, un Lambert haciendo pucheros se recostó en un sillón de color púrpura, escupió un largo chorro de champán a la multitud, y seductoramente preguntó a un miembro del público: "¿La he mojado, señora?". Como actuación, fue arrolladora. Durante las épocas menos ilustradas, el propio Mercury nunca pudo arriesgarse a ser verbalmente tan sexual en público. Nunca pudo del mismo modo, correr el riesgo de ser completamente honesto sobre su sexualidad – al contrario del abiertamente reconocido gay, Adam Lambert, hoy en día. Nunca nadie podrá reemplazar a Freddie Mercury, eso lo sabemos de sobra. Pero actualmente nadie más que Adam Lambert puede ponerse en su lugar y realizar un show tan espectacular. May y Taylor solamente han tardado dos décadas en dar con él.

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